Estudios científicos relacionan estos productos con el desarrollo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Es un hecho que el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud, tal como se ha probado en diversos estudios científicos. Por eso, en los últimos años la industria alimentaria ha centrado sus esfuerzos en encontrar un sustitutivo que reduzca la ingesta calórica y sea, a priori, más saludable. El eritritol se presentaba como el principal candidato, pero estudios recientes han demostrado que su consumo no es inocuo, lo que obliga a una revisión de los riesgos y beneficios de este endulzante.
El debate sobre los edulcorantes comenzó en 2019, con un informe por encargo de la Organización Mundial de la Salud, que señalaba que no eran una alternativa tan saludable como se esperaba. Y se reabrió tres años después con un nuevo estudio, publicado en la revista Cell, que relacionaba el consumo de sacarina con afecciones en el microbioma y cambios en la tolerancia a la glucosa en adultos sanos. Sin embargo, el que más impacto ha generado ha sido el de la revista Nature Medicine de febrero de este año, en el que un equipo de científicos internacionales sugería que el consumo del eritritol suponía un mayor riesgo a la hora de sufrir infartos o ictus.
El eritritol y la salud cardiovascular
Para el estudio, el equipo liderado por Stanley Hazen, investigador de la Clínica Cleveland, en Ohio (EE.UU.), recopiló información de 1.157 individuos que estaban bajo supervisión médica por problemas cardiovasculares previos. A lo largo de tres años, observaron que el eritritol se podía relacionar con un mayor riesgo de sufrir afecciones cardiovasculares como ictus o infartos. Los resultados coincidieron con los obtenidos por otras instituciones europeas y estadounidenses. Asimismo, se realizaron pruebas en animales que apuntaban que este edulcorante favorecía la formación de trombos.
Las agencias reguladoras continúan defendiendo la seguridad del eritritol y señalan que hay que tener en cuenta que el estudio se llevó a cabo con pacientes que tenían problemas cardiovasculares previos. Sería, por tanto, necesario valorar los efectos que podría tener en una población diana sana. No obstante, ha quedado patente la necesidad de llevar a cabo nuevos ensayos que permitan cerciorarse del impacto real que tiene este endulzante en la salud.
La relación entre el consumo de azúcar y el cáncer
Se ha hablado mucho de los efectos negativos del azúcar para la salud, aunque sin duda el que más preocupa a la ciudadanía es el del cáncer. Y lo cierto es que diversos estudios han demostrado la relación entre el consumo de alimentos ricos en carbohidratos con azúcares libres o añadidos y el cáncer. Además del hecho de que apenas aportan nutrientes, están relacionados con cambios químicos y biológicos en el metabolismo de nuestras células, contribuyendo al desarrollo de tumores.
De hecho, ya Otto H. Warburg, premio Nobel de medicina en 1931 y padre de la hipótesis sobre el origen del cáncer, explicaba ya entonces que la causa principal del cáncer es “el reemplazo de la respiración con oxígeno en las células del cuerpo por la fermentación del azúcar”.
La importancia de una nutrición sana para prevenir el cáncer
Es posible prevenir más del 40% de los cánceres siguiendo unos hábitos de vida saludables, en los que la nutrición juega un papel clave. Además del ejercicio y de evitar el consumo de alcohol y tabaco, es fundamental incorporar algunas pautas alimentarias:
- Limitar el consumo de alimentos procesados ricos en grasas, almidón y azúcares.
- No abusar de la carne roja y los embutidos.
- Consumir una dieta rica en cereales integrales, frutas, verduras y legumbres.
Si quieres saber más sobre hábitos de vida saludable y cáncer, en nuestro blog encontrarás muchos artículos con recomendaciones para los pacientes oncológicos. ¡Echa un vistazo!
