Los hábitos de vida saludables son cruciales para prevenir el cáncer, pero también para sobrellevar el tratamiento oncológico y recuperarse física y emocionalmente una vez curada la enfermedad.
En la actualidad oímos con frecuencia la palabra cáncer, ya que el incremento de la esperanza de vida y la mejora en la detección precoz de esta enfermedad hacen que hoy en día esta patología sea identificada en mayor medida que hace unos años. En general, el conocimiento que tenemos sobre ella cada vez es mayor.
La ciencia ha permitido conocer la estrecha relación que existe entre el desarrollo del cáncer y el estilo de vida, por lo que cuidar este aspecto puede ser esencial a la hora de prevenirlo. Añadido a esto, las personas que están en tratamiento o que ya han pasado por esta enfermedad también pueden beneficiarse de un estilo de vida saludable, pues ello favorece su bienestar y recuperación. En este post de nuestro blog comentaremos algunas pautas interesantes relacionadas con el estilo de vida tanto a nivel preventivo como durante y después del cáncer.
Hábitos de vida saludables para prevenir el cáncer
Prevenir una importante cantidad de tipos de cáncer es posible si seguimos algunas medidas básicas relacionadas con nuestro estilo de vida. En general, podemos destacar pautas como las siguientes:
- Mantenerse físicamente activo, evitando un estilo de vida sedentario.
- Consumir una dieta rica en cereales integrales, fruta, verdura y legumbres.
- Limitar el consumo de comida rápida y alimentos procesados ricos en grasa, almidón y azúcares.
- No abusar de la carne roja y los embutidos.
- Evitar el consumo de alcohol.
- En el caso de las mujeres que acaban de tener hijos, se recomienda dar el pecho siempre que sea posible.
Hábitos de vida saludables durante el cáncer
Seguir hábitos de vida saludables durante la enfermedad también es crucial para recuperarse física y emocionalmente. Aquí destacamos algunos de los más importantes:
- Practicar ejercicio. El paciente oncológico debe mantener su rutina habitual y hacer algo de ejercicio siempre que no esté contraindicado. Mantenerse activo ayuda a reducir los efectos secundarios del tratamiento, favorece el aumento del apetito, relaja y brinda bienestar.
- Alcohol. El consumo de alcohol está desaconsejado durante el tratamiento.
- Alimentación. En general, no hay ningún alimento prohibido a no ser que el médico indique lo contrario. Es importante que el paciente pueda comer lo que le apetezca en pequeñas cantidades y varias veces al día, pues lo más importante es mantener un adecuado índice de masa corporal y evitar la pérdida de peso.
Hábitos de vida saludables después del cáncer
Cuando una persona ha enfermado de cáncer y se ha sometido a un tratamiento médico, los hábitos de vida saludables serán esenciales para que pueda recuperar su fuerza una vez que se ha curado. En este sentido, las pautas no se alejan de las ya mencionadas para la población general:
- Alimentación basada en alimentos bajos en grasas y sin procesar: verdura, fruta, cereales integrales, carnes magras y productos lácteos bajos en grasa.
- Evitar carnes rojas y procesadas, así como embutidos.
- Mantener una correcta hidratación.
- Mantenerse físicamente activo, realizando ejercicio con regularidad.
- Gestionar adecuadamente la ansiedad y el estrés, ya que estos pueden acarrear problemas secundarios como insomnio, síntomas digestivos o cefaleas. Pasar tiempo con los seres queridos, realizar actividades agradables, practicar ejercicios de relajación o acudir a terapia psicológica son medidas que pueden ayudar a mantener una buena salud emocional.
¿Quieres saber más sobre hábitos de vida saludables y cáncer? ¡Consulta nuestro blog! Hay muchos artículos con recomendaciones para los pacientes oncológicos.
