Cada vez estamos más concienciados de la necesidad de llevar una alimentación equilibrada y seguir hábitos que nos ayuden a fortalecer nuestra salud, por este motivo, el ayuno intermitente es un tema que está actualmente en boca de todos. Algunos lo defienden por sus múltiples beneficios y otros están en contra de su práctica, alegando potenciales riesgos para la salud si se realiza sin la supervisión de un profesional.
Pero ¿cómo influye realmente el ayuno intermitente en nuestra salud? En este post trataremos de dar respuesta a esta duda centrándonos en la incidencia de esta práctica sobre la salud cardiovascular.
¿En qué consiste el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente consiste en modificar los horarios en los que se ingieren alimentos, con el establecimiento de un periodo de tiempo sin comer nada, tan sólo beber agua, café o té.
De forma habitual, se suele limitar el consumo de alimentos al dormir por la noche, desde la cena hasta el desayuno, y con la práctica del ayuno intermitente se ampliaría este horario de restricción durante 16 horas, es decir, con la realización de una cena más temprana o eliminando el desayuno. Estos dos tipos de ayuno intermitente son los más comunes, al resultar más complicado normalmente descartar el almuerzo y alcanzar ese número de horas sin ingerir comida.
El ayuno intermitente se puede adaptar a cada persona, así como a sus necesidades, y se suele utilizar para perder peso o por los beneficios que conlleva para la salud en general.
¿Qué beneficios tiene el ayuno intermitente?
El ayuno intermitente ha ganado defensores en los últimos años por los múltiples beneficios que aporta a nuestra salud, si se realiza correctamente. Algunos de estos beneficios son:
- Ayuda a perder peso y por tanto favorece la prevención de enfermedades cardiovasculares, neurológicas y oncológicas. Al mantenernos en un peso saludable, se reducen las posibilidades de sufrir obesidad, diabetes o hipertensión, todos ellos factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.
- Tiene un efecto antiinflamatorio y aumenta la resistencia al estrés y a la oxidación, protegiéndonos así de diversas enfermedades crónicas y del corazón.
- Mejora la sensibilidad a la insulina, sobre todo, si su práctica se combina con el ejercicio para favorecer la quema de grasa.
- Contribuye al proceso de regeneración del cuerpo y ayuda al antienvejecimiento.
El ayuno intermitente no sólo se sustenta sobre el hecho de limitar la ingesta de alimentos durante un periodo determinado de horas, también se basa en que los intervalos de ingesta sigan una dieta equilibrada, sin alimentos ultraprocesados, lo que repercute de forma muy positiva en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Durante los intervalos que no se come, el cuerpo experimenta una activación de mecanismos propios para la obtención de la energía celular. Estos mecanismos están dormidos cuando se sigue un patrón dietético habitual, de 3-5 comidas al día, y para activarlos se necesitan al menos 8-12 horas en ayunas.
¿Puede el ayuno intermitente perjudicar mi salud?
Recientemente, los medios de comunicación publicaban los resultados del estudio presentado por la American Heart Association (AHA) en su Congreso Epi Lifestyle celebrado en Chicago en marzo de este año, donde se informaba que el ayuno intermitente podía aumentar en un 91% el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pero, ¿es cierto entonces que el ayuno intermitente no es beneficioso? El Doctor Borja Ibáñez, Director de Investigación Clínica del CNIC y coordinador de nuestro proyecto RESILIENCE, nos comenta que “No parece justificada la alarma que se pueda generar con los resultados de este trabajo, ya que la metodología es bastante cuestionable, no ha sido evaluado por otros científicos y cabe la alta posibilidad de que haya muchos sesgos y que los sujetos que comían o hacían ayunos intermitentes, de base estuvieran enfermos y ese era el motivo por el que comían solamente durante 8 horas del día”.
¿Ayuno intermitente sí o ayuno intermitente no?
Tras leer los beneficios que te hemos contado, te preguntarás hasta qué punto es recomendable practicarlo o no cuando hay detractores del mismo y posibles desventajas en su práctica.
Y es que, como ocurre con otras dietas, lo recomendable es que antes de comenzar el ayuno intermitente consultes con un especialista para que valore si cumples con los requisitos necesarios, adapte adecuadamente tus intervalos de comida y ayuno, y te indique los alimentos que debes incluir y evitar.
También es muy importante que el especialista haga un seguimiento para valorar la eficacia de este ayuno sobre ti, los resultados obtenidos y controle si existen efectos adversos de alerta.
Sin embargo, cuando se inicia una dieta de este tipo sin ayuda de un profesional, se puede caer en errores como seguir una alimentación inadecuada o llevar a cabo intervalos de ayuno sin control, que terminarán por perjudicar tu salud.
