La investigación oncológica se puede realizar a nivel básico o clínico, aunque lo ideal es conectar ambos sectores para transformar los logros en el laboratorio en cambios reales para los pacientes.
En los últimos años, el ámbito de la oncología ha logrado avances impactantes. Sin embargo, una gran parte del progreso que se obtiene en los laboratorios apenas llega a traducirse en cambios efectivos en los procesos de prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer. Así, se puede observar cierto contraste entre los logros conquistados en la investigación básica y las mejoras introducidas en los hospitales.
Por esta razón, se plantea la urgente necesidad de acercar ambos mundos, el de la investigación y el de la práctica clínica junto a los pacientes. Como posible solución, se ha propuesto el concepto de investigación traslacional, una forma de orientar el trabajo investigador hacia una aplicación clínica más directa.
Investigación traslacional y cáncer
El objetivo primordial de la investigación traslacional en el ámbito de la oncología es el de poder trasladar los hallazgos en la investigación básica a la práctica médica lo más rápido posible. Así, los investigadores tratan de comprender la enfermedad para identificar su origen, causas y evolución, de manera que se pueda mejorar el abordaje particular de cada paciente oncológico. Así, una investigación conectada con la realidad de los pacientes trabaja para mejorar su calidad de vida, favorecer el diagnóstico precoz, fomentar la selección personalizada del tratamiento, predecir la evolución del cáncer, minimizar los efectos secundarios de los tratamientos y aumentar la supervivencia.
El curso de esta forma de investigación requiere que los investigadores dispongan de una formación de excelencia, a la vez que tienen a su alcance los últimos avances tecnológicos. Con los recursos económicos adecuados obtenidos de diversas fuentes (convocatorias públicas o privadas, nacionales o internacionales, donaciones y mecenazgo, etc.) es posible que se desarrollen proyectos capaces de trasladar a los pacientes oncológicos los últimos avances científicos conseguidos.
La investigación del laboratorio al hospital
La investigación puede dividirse en varios niveles, desde lo más básico hasta lo más cercano a la vida de los pacientes en los hospitales.
Investigación básica y preclínica
Esta forma de investigación es la que se desarrolla en centros de investigación y universidades, pero no en hospitales. Los profesionales en este sector trabajan en el nivel más básico, con una tecnología y recursos muy sofisticados.
Investigación traslacional
La ya mencionada investigación traslacional representa el punto de unión entre la investigación básica y la clínica. Es el nivel intermedio y se puede desarrollar en centros de investigación, aunque lo ideal es que se realice en los propios hospitales. En este nivel colaboran investigadores básicos, médicos oncólogos, cirujanos, etc. En este caso también se recurrirá a tecnologías potentes, pero además se necesitará la colaboración de los pacientes.
Ensayos clínicos
Este tipo de investigación es la que se realiza siempre en el entorno hospitalario, donde los investigadores trabajan estrechamente con pacientes y otros profesionales del centro. Este es el caso del proyecto RESILIENCE H2020, que cuenta con un equipo multidisciplinar, en el que toman parte la industria, los científicos, los profesionales sanitarios y los propios pacientes implicados.
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