Las malas noticias son parte de la vida y no podemos evitarlas. Sin embargo, algunas pautas pueden ayudar a gestionarlas.
Todos a lo largo de la vida lidiamos en algún momento con el sinsabor de una mala noticia, y es que el dolor es una parte de la vida y no podemos huir de él.
De todas las posibles noticias negativas que podemos recibir, las que más nos preocupan son aquellas relacionadas con la salud. En particular, descubrir que uno mismo o alguien cercano sufre una enfermedad como el cáncer hace que de repente todo quede en un segundo plano, porque la prioridad es solo una: curarse.
Por supuesto, no podemos controlar todo lo que pasa alrededor e impedir que sucedan eventos dolorosos. Sin embargo, sí podemos trabajar en la manera en la que gestionamos aquello que nos ocurre. Por ello, a continuación, vamos a ver algunas pautas básicas que pueden ayudar a sobrellevar la comunicación de una noticia de este calibre.
3 pautas para sobrellevar la comunicación de una mala noticia
A continuación, veremos algunas claves para asimilar una mala noticia.
1. Acepta las emociones que sientes
Hay personas que, ante una noticia como un diagnóstico de cáncer, desarrollan como estrategia de afrontamiento la evitación. Así, se obligan a sí mismas a no pensar en lo que sucede y se concentran en actividades para distraerse continuamente. Otras pueden forzarse a estar positivas todo el tiempo para no preocupar a los demás. Sin embargo, es importante aceptar lo que ha pasado y cómo eso nos hace sentir. Reconocer y dar salida a emociones como la rabia, el dolor o la impotencia es necesario para afrontar de manera saludable la enfermedad. Recuerda que no tienes la obligación de ser positivo todo el tiempo y que tienes derecho a experimentar altibajos. Ten presente que no existen emociones positivas o negativas, sino que todas ellas son necesarias y cumplen una función. Por ello, aceptarlas con naturalidad es clave para evitar consecuencias emocionales posteriores.
2. Busca desahogo en alguien de tu confianza
Aceptar una mala noticia no es fácil, de hecho, lo más habitual es que al principio esta sea difícil de procesar. Hablar con personas de confianza sobre lo que sucede puede ser de gran ayuda, pues esto nos permite dar salida a nuestras emociones y hacer el suceso más real. Es decir, compartir lo que llevamos dentro puede facilitar la tarea de aceptar la realidad que tenemos frente a nosotros. No obstante, si sientes que aún no estás preparado para comunicarlo a nadie, date tiempo y respeta tus ritmos.
3. Sé flexible contigo mismo/a
Cuando recibimos una noticia de gran impacto emocional es natural que necesitemos tiempo para resituarnos. Trátate con compasión y no te fuerces a cumplir compromisos por los demás. Baja el ritmo, prioriza tu bienestar y limita tus relaciones sociales y actividades si así lo necesitas. Es momento de reflexionar y tener tiempo para ti.
